“It’s a terrible thing, I think, in life to wait until you’re ready. I have this feeling now that actually no one is ever ready to do anything. There is almost no such thing as ready. There is only now. And you may as well do it now. Generally speaking, now is as good a time as any.” Hugh Laurie
Durante estos dos años que pasaron desde la publicación de «Principio», mi primer álbum, y después de observar, escuchar y sentir las cosas desde la perspectiva en que me dejaron parado todos los eventos que fueron causa de que «Principio» pueda volverse realidad, aparecieron un montón de preguntas e ideas en mi cabeza. Por ejemplo, preguntas sobre el modo en que debía hacer las cosas ahora, o como quería que fuesen las cosas ahora. Si bien seguí componiendo durante todo este tiempo que pasó, siempre hubo, o hay, algo en mi que me hace sentir que no estoy preparado.
Hay cosas que son mágicas: ¿Vieron cuando un grupo de personas se pone a tocar música juntos? En ese momento se genera algo único. Porque hay una unión de fuerzas fluyendo en una misma dirección. Eso solo se alcanza en grupo, sin embargo mi forma de hacer las cosas siempre fue bastante solitaria. Con eso no quiero desvalorar lo que hago. Solo quiero que sepan que soy consciente del brillo que tienen las cosas hechas en conjunto. Por suerte, hacer esto, que es lo que me gusta, también me acerco a un montón de gente que valoro mucho, y del encuentro con esas personas creo que es de donde salió lo realmente verdadero en “Principio”, cuanto sea que tiene de realmente verdadero.
Hay otra cosa que me da vuelta por la cabeza en estos momentos, y es que en la música instrumental es muy difícil hacer algo distintivo. Cuando en una canción hay palabras, la expresión es mucho más clara. Creo que, en el plano de la poesía, es más sencillo hacer que algo se distinga, porque la persona que escribe o dice, aparece en la canción, es decir, está más presente el autor y lo que él es, al menos en el momento en que se sentó a escribir la canción. Por supuesto que en la música, por más que instrumental, o quizás mejor dicho, en una melodía, también aparecen los espectros del momento que vive el autor, pero la aparición de este en la canción es de algún modo más fantasmal. Admiro mucho a los autores con letras comprometidas. Me hacen entender sobre la necesidad humana de expresar algo que duele o que molesta, en vez de a gritos, en canción. Son estos detalles chiquitos, entre muchos otros, los que de a poco están fabricando en mi una idea de lo que es la música, lo que es una canción, lo que es el ritmo, un arreglo, la importancia y el lugar de cada una de esas cosas… es todo esto que es tan abarcativo lo que hizo -y me hace- sentarme a pensar en que es lo que yo quiero hacer. Ayer tomé la decisión de que este año quiero publicar un segundo álbum. Es uno de mis objetivos de este año. Cada día soy más consciente de mis límites. Siempre trato de convertirlos en herramientas para la creación: lo que puedo hacer yo ahora, en este momento. Agradezco a quienes están del otro lado viendo que surge y esperándome. En cuanto a mis preguntas: Creo que ninguna tiene respuesta. No sé si alguna vez la tendrán.
Quizás más adelante…un yo más certero sea capaz de hablar mas en respuestas que en preguntas.