Los taínos hablaban en arawak, una lengua cargada de poesía […] al arcoíris lo llamaban «serpiente de collares», al cielo le decían «mar de arriba». Para ellos el rayo era el «resplandor de la lluvia». Al amigo lo llamaban «mi otro corazón» y al alma «sol del pecho». La lechuza era «ama de la noche oscura». Para decir bastón, los ancianos decían «nieto continuo» y para decir perdono decían «olvido».
Este de arriba es un fragmento de un libro de Felipe Pigna, que a la vez está citando a uno de Eduardo Galeano, y habla sobre las personas que habitaban America antes de las invasiones.
Después de los examenes pude volver a juntarme para seguir trabajando en las mezclas para el nuevo álbum. Esta vez un poquito más cansado, por que en este mes también arranca el trabajo, así que de a poco me estoy acostumbrando a todo este movimiento de energía. ¡Vamos bien! Se avanzó bastante en 2 canciones. Falta trabajarlas un poquito más. Creo que se podría decir que vamos por la mitad del álbum más o menos.
Hace poquito compuse una nueva canción que encaja perfecto con todo lo que el álbum quiere expresar de forma global. ¿Quizas puede servir para cerrarlo? Ya veremos… Por lo pronto ¡seguimos trabajando!